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HOY JUEVES 23: LA RECONSTRUCCIÓN COMO PROCESO. Patrick MEURANT y Eduardo YÁNEZ.

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HOY JUEVES 23 DE JUNIO...TE ESPERAMOS!!!

La conferencia que daran los expertos Mauricio y Eduardo se orienta, hacia el desvirtuar el tradicional cortoplacismo; reconstruir el sistema no admite vías rápidas como se indicó previamente, por el contrario tal desafío responde a una estrategia que debe diseñarse y que responde a un proceso. Motivo por el cual quien ofrece rapidez, inmediatez y soluciones mágicas miente, ¿Por qué? Porque la Reconstrucción es un Proceso, tal como se titula la conferencia.

Patrick Meurant Ingeniero en Construcción y Mantenimiento de Infraestructuras Ferroviarias, de la Escuela Nacional de Equipamiento de los Ferrocarriles Franceses (1978); con una dilatada trayectoria y excepcional experiencia acumulada, en proyectos ferroviarios, iniciada con los ferrocarriles franceses, luego en Venezuela donde fue miembro fundador del Área de Mantenimiento de Vías Férreas, de la cual fue jefe de división por ocho años.

Eduardo Yásnez Ingeniero, Técnico en Construcción y Administrador con Maestría en Gestión de Proyectos, Construcción y Mantenimiento de Infraestructuras Ferroviarias y en Planificación de Transporte, con una Especialización en gerencia de Proyectos Ferroviarios y un Diplomado en Innovación Tecnológica. Acumula 43 años de experiencia laboral, de los cuales 25 transcurrieron en la C.A. Metro de Caracas; desde 1984 desempeñando diferentes posiciones, desde Técnico de Obras Civiles hasta Gerente Ejecutivo de Mantenimiento de las Infraestructuras, Sistemas y Equipamiento y su último cargo desempeñado fue como Gerente de Investigación y Desarrollo de Nuevas Tecnologías, hasta el año 2009.

RESUMEN DE LAS PONENCIAS

Un Sistema de Transporte Rápido y Masivo, tipo Metro como el implantado en Caracas desde el año 1983; tiene como característica fundamental su carácter de complejidad. Ahora, casi cuarenta años después de la puesta en servicio de la primera fase de su primera línea; cuenta con casi 100 kilómetros de vías férreas y cuarenta y nueve estaciones; además del sistema de transporte superficial Metrobús y los sistemas no convencionales representados por los Metrocables y el Cabletren. La complejidad a que se hace referencia exige una atención igualmente compleja, cónsona con lo que representa tanto como sistema como por el resultado del desempeño de este, en este caso del servicio ofrecido vs el servicio prestado y a su vez percibido. Por otra parte, se ha hecho pública, notoria y comunicacional la situación indeseable de la condición del sistema en cuanto al notorio descenso en la calidad de servicio de transporte y a los continuos reportes de falla, que a diario se publican a través de la prensa digital y redes sociales que manejan usuarios o grupos de usuarios, denunciando problemáticas de toda índole, en todas las líneas, cualquier día y a cualquier hora. Quizás lo más importante o tal vez lo más preocupante desde el punto de vista operativo, son la cantidad de accidentes/incidentes sobre aspectos que afectan la Seguridad Ferroviaria y que se manifiestan con los cada vez más frecuentes descarrilamientos de trenes; señal inequívoca de que algo serio sucede puertas adentro de la administradora ferroviaria. Así mismo, la cantidad de obras iniciadas sin concluir independientemente de la cantidad de recursos económicos que se hayan erogado, siendo lo peor los avances y el estado de abandono actual que presentan dichas obras; aun cuando la oficialidad ha hecho pública la intención de reactivación de estas y en algunos casos se reportan algunos resultados. Lo anterior, representa para muchos una calamidad que no ha alcanzado “mayores” en función a la depresión económica existente y sobretodo a la pausa en la dinámica económica impuesta por los dos años de pandemia motivados por el COVID, lo cual ha restringido de manera importante la necesidad de movilización; sin embargo; de darse algún vestigio de recuperación la baja disponibilidad, confiabilidad y seguridad de las instalaciones y equipos parecen vaticinar la imposibilidad cierta de responder a la demanda . Patrick MEURANT Eduardo YÁNEZ En tal sentido, la preocupación por la cada vez más pobre calidad de servicio traducida en interminables tiempos de espera y de recorrido; incremento de oportunidades en que usuarios han de tomar las propias vías para completar los recorridos caminando sobre ellas, han generado en diversos sectores la necesidad de realizar planteamientos con miras a revertir esa situación. El Proyecto de Reconstrucción del Metro de Caracas, RdM; es una de esas iniciativas. Tal situación de la red del Metro de Caracas en la actualidad supondría plantear de manera inmediata la recuperación y estabilización de las condiciones nominales de prestación de servicio; en las tres líneas de tal manera que una vez se incorporen las extensiones y/o ampliaciones hoy inconclusas por suspensión o paralización; el performance de lo existente sea compatible con el performance de los nuevos tramos de línea. Esto supone, la oportunidad de replantear la estrategia de la C.A. Metro de Caracas ofreciendo prioridad a la Recuperación de las líneas existentes al corto plazo y reactivar la construcción de extensiones, ampliaciones y nuevas líneas para el mediano y largo plazo, trabajando por un sistema intermodal que va más allá, de los subsistemas que maneja el propio metro; puesto que CAMC forma parte del Sistema de Transporte de la Ciudad, no es el Sistema de la ciudad. Producto de los intercambios, investigaciones, pesquisas, revisiones y análisis se desprende que la colectividad usuaria demanda por supuesto un mejor servicio y lo espera para ayer; ahora, el nivel de deterioro y daño es de tal cuantía que revertir la situación supone un lapso importante de preparación y ejecución, contrario a la expectativa del colectivo que espera soluciones rápidas, mágicas y mesiánicas para el corto plazo y ello no es posible. Por cuanto de la misma forma que el deterioro fue actuando con carácter progresivo, sin ninguna acción para la contención; ahora el nivel de daño no soporta mejora puesto que no será suficiente; lo que se impone es una reingeniería y una actuación radical, que exige muchos recursos de todo tipo, probablemente inexistentes ahora en el país, producto de la diáspora para el caso del recurso humano venezolano y por la otra ante la salida de la casi totalidad de empresas especialistas radicadas en el pais, ante la iniciativa del gobierno de paralizar toda relación con tales empresas, para iniciar un periodo de “hecho en Venezuela” independientemente de que la capacidad productiva e industrial esté en el suelo, máxime que en el país no existe industria ferroviaria.